viernes, 28 de mayo de 2010

sin tiempo

Llevo unos cuantos días bastante atareada estudiando para los exámenes, ya he empezado pero todavía me quedan, y no saco tiempo para nada!!!!!!

He pensado en ir al médico para comentarle que tengo mucha ansiedad, a ver si me da algo para dejar de comer compulsivamente!!!!!!!!!!! ¿qué opinais?

viernes, 14 de mayo de 2010

apática



He estado unos días de lo más apática. No comía mucho y veía como engordaba. Ahora mismo ni quiero pesarme, y ya es raro, siendo que si puedo me peso un par de veces cada día.
He estado semana y media acostándome a las cuatro o a las cinco de la mañana sin poder dormir, pero los últimos tres días a las nueve o diez de la noche ya estaba dormida. (Me suelo acostar siempre sobre las doce). El resultado para las dos situaciones era el mismo, al día siguiente me despertaba al medio día, sin poder haber ido a la universidad, por lo que me sentía más culpable por ser así, sin fuerza de voluntad para levantarme de la cama.
No sé comer, ni llevar unos horarios para ello. A veces me sorprendo de lo desastre que puedo llegar a ser como persona.
Necesitaría renovar mi vestuario, pero la sola idea de ir a probarme ropa me conduce al infierno. ¿qué talla llevaré ahora? porque entre que la mia a veces cambia un número arriba uno abajo, y que la de cada tienda es distinta me vuelvo loca sin remedio. Y necesito ir con alguien para que me de su opinión, pero a la vez no soporto que nadie sepa cual es la talla que cubre mis michelines. Así que de estas maneras voy, con apenas ropa que me guste y valga en mi armario, lo que me conduce a pasarme TODAS las mañanas una hora delante de mi espejo probándome la ropa para el día. Lo que me hace desear no salir de casa.
¿la vida es así de complicada? ¿o somos nosotras la que lo hacemos así?a

domingo, 9 de mayo de 2010

un día más



Está lloviendo, la lluvia me relaja y me abstrae de mi ciudad, de mi gente, de mi misma. Se libera mi imaginación y sueño con un momento en el tiempo en el que ya soy todo lo que quiero ser, en el que mis objetivos primordiales ya son el reflejo de la realidad. Puedo pasarme las horas así, divagando entre mis deseos. Pero cuando vuelvo me miro y todo sigue igual, el mismo aspecto que rechazo a que me pertenezca.
Ayer no fue un día relativamente bueno, apenas conseguí estudiar, y sólo quería estar con gente para desconectar un poco, pero absolutamente nadie quedó conmigo, unos no podian, y otros... no querían. Resultado: un sentimiento de suma soledad, me sentí diminuta e insignificante, pero a la vez consciente de mi no importancia para la gente que me importa, es como si este tiempo me lo hubiera estado ocultando a mi misma.
Hoy era yo la que no quería ver a nadie, he estado estudiando bastante y a penas he comido, pero como no he hecho ejercicio tampoco importa mucho.
En estos días he bajado un kilo, por algo se empieza, no?

viernes, 7 de mayo de 2010

empezando mal

Hoy he ido a un restaurante a comer con mi novio, a mitad de la comida he ido al baño a vomitar. Cuando hemos salido del restaurante me quería morir, me sentía terriblemente llena, con ganas de meterme en la cama y no salir de ella en un par de días. Así que empiezo mal.
Hace año y pico conseguí adelgazar diez kilos vomitando, de los cuales he recuperado cinco kilos en este abandono mío. Me he propuesto adelgazarlos vomitando, y una vez ahí no vomitar (o hacerlo poco), reducir mi consumo de alimentos, acompañándolo de un incremento de deporte.
Espero que los nervios de los exámenes próximos me ayuden a bajar de peso.

jueves, 6 de mayo de 2010

en nuevo principio

Yo era la típica chica que escuchaba con desaprobación las quejas de sus amigas conforme iban sumando años, - qué vieja me estoy haciendo – decían; - la edad se lleva por dentro – contestaba yo. Pero, desde que cumplí los 22 años soy yo la que se ve más mayor.

22 años y con la misma obsesión de cuando era adolescente: adelgazar. ¿Existe algún momento en la vida en la que no se desee eso? Es un pensamiento que me sigue allá donde vaya, por tiempo que pase.

Estuve cerca una vez de ver cumplidas mis espectativas. Todavía me recrimino mi abandono hacia algo que me estaba haciendo feliz. Quizá ahí radique mi problema, el convivir con aquel dulce recuerdo en lugar de retomar con firmeza como quiero ser de una vez por todas.

¿Cuántas veces me habré dicho lo mismo con el mismo resultado? ¿Por qué esta vez tendría que ser distinto? Pues, porque como ya he dicho al principio, ya son 22 años los que tengo y no me puedo permitir el lujo de seguir creciendo con todos estos kilos que me siguen impidiendo hacer lo que cualquier chica de mi edad hace: ir a la playa, usar pantalones cortos, sentarse en un banco sin pensar que la gente comenta el espacio que ocupo… si sigo no acabo.

Pero no parto de cero, todo este tiempo en el que he hecho un paréntesis para analizar aspectos sobre mi, me ha servido para ya no tener que dar explicaciones de si como en un sitio o si dejo de comer, trucos que he ido cogiendo este tiempo para que no me escuchen vomitar… por este aspecto quiero pensar que no ha sido tiempo perdido.

Ahora, lo único que hace falta, y lo más importante, es poner a prueba mi fuerza de voluntad.